Pasó la noche, como ese calvario antiguo, y así también pasaron mis ojos, durmiendo poco, volando al semanal sábado, estuve con ella y me curó las heridas। Sus ojos y sus labios son el mejor remedio para el dolor del alma। Y desde el momento en que me separé de ella, una vez mas, sentí como mi mundo volvía a oscurecer. En eso, retorne con ella, la otra, y me demostró una vez que es un ángel disfrazada de demonio (¿o será al reves?) y nuevamente me convenció de seguir en la lucha. Me engatusó, me hizo la sicologica y yo cai.
Pase un sábado y un domingo agradables. Pero la extrañe mucho. Hoy, la he vuelto a ver, tan radiante como siempre y me preguntó, ¿Qué hago, qué haré?
4 comentarios:
Las cosas, como son.
Salud, con sprite.
Fille, siempre habrá cosas que contar, pero como todo sicologo cada sesión debe realizarse una vez a la semana y no todos los dias. Además no siempre hay cosas que contar, si sentimientos que decir.
Saludos
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